La sexualidad es parte de la vida de todas las personas, sin importar la edad. A medida que los hijos crecen y se desarrollan, es probable que empiecen a tener curiosidad sobre el sexo y busquen información sobre el tema, principalmente con los padres.
Busca oportunidades en tu vida todos los días para abordar el tema o proporcionar información útil. La cultura pop proporciona muchas de estas oportunidades. Si ambos asisten a un programa de televisión que mencione un mito sobre el sexo, corrige para que tu hijo entienda.
¡Comienza a hablar de sexualidad con tu hijo desde pequeño! Así, se acostumbrará a compartir información contigo y expresar sus opiniones. Será más fácil para ti seguir hablando a medida de que vaya creciendo. Si nunca has intentado hablar con tu hijo sobre el tema, recuerda que nunca es tarde para empezar a hablar de sexo.
Cuando los niños comiencen a hacer preguntas incómodas, los siguientes consejos pueden ayudar:
- No te rías, aunque la pregunta sea divertida. Si te ríes, puede sentirse avergonzado y cerrarse. Busca no parecer avergonzada o asumir una postura muy seria sobre el tema.
- Sé breve. Responde con palabras sensibles y de acuerdo a la edad. Tú hijo de cuatro años no necesita saber los detalles sobre una relación sexual.
- Utiliza el nombre de cada parte del cuerpo.
- Ver si se ha satisfecho con la respuesta o si quiere saber más.
- Percibe las respuestas y reacciones del niño.
- Prepárate para repetir las cosas.
Destaca la importancia del sexo seguro. Dile a tu hijo que la seguridad es su principal preocupación. Explícale que las enfermedades de transmisión sexual se pueden contraer con mucha facilidad, a menos que los dos tomen las precauciones adecuadas. Háblale acerca del uso de anticonceptivos y cómo evitar un embarazo no planificado.
Recuerda que el sexo es algo natural. No hay razón para sentirse avergonzado de hablar de ello o rechazar cualquier señal de apertura. No ayudará si nuestros hijos consideran que el sexo es un tema tabú en la familia. Tú puedes ocultar la verdad, pero eso no va a impedir que tengan una relación sexual anterior, por ejemplo. No hablar de sexo sólo genera más curiosidad.
Es mejor conversar abiertamente para quitar de la cabeza todas las leyendas urbanas que circulan en Internet o en la red de amigos. También es la mejor forma de prevenir el embarazo no deseado y la transmisión de enfermedades de transmisión sexual en el futuro.
¡Hay que hablar de sexo!
Como tratamos la cuestión es cómo nuestros hijos van a tratarla en el futuro. Si ellos ven que tenemos vergüenza de hablar sobre el asunto, es probable que después ellos van a tener vergüenza de preguntar o van a encontrar que el sexo es vergonzoso. Si no tienes respuesta a una pregunta, no te sientas avergonzada. Puedes decir que van a descubrir juntos y pueden ver un libro o buscar en Internet, por ejemplo.
Hablar sobre sexo no lleva a tu hijo a practicarlo más temprano, ni nada de ese estilo, eso es un mito. Hablar sobre el tema tampoco dejará a tu hijo más precoz. En realidad, con información, es más probable que él aplace la relación sexual hasta sentirse más seguro. Hablar sobre sexo y sexualidad te dará la oportunidad de compartir tus valores y creencias con tus hijos.